Me dijeron: Amigo ten cuidado,
ella miente con gestos inocentes,
su mirada es un cielo despejado
mas sus labios, de engaños son las fuentes.
Me contaron que tu eras gran marea
donde flotan amores traicionados,
que maldito de aquel que a ti te crea
porque llevas puñales afilados.
Que tu cuerpo parece lindo anuario
donde escriben los hombres diariamente,
que tu fuego es un tórrido incensario
que consume voraz y lentamente.
Pero quise perderme en tus marañas,
explorar tu virtud y tus pecados,
evitando me atrapen las patrañas
que dijeran tus labios sonrosados.
Me colgué de tu espléndida figura
Y dejé que ladraran mis deseos,
y viví de pasión la gran locura
enredado en el mar de tus jadeos.
Autor: Aníbal Rodríguez.