Nada has dejado,
ni miradas
tampoco abrazos;
solo incertidumbre.
Nada has dejado,
con tu partida
de todo a nada
me has convertido:
de risa a llanto,
de sol a lluvia
de amor a muerte...
a muerte de ti.
Todo te lo has llevado:
tu ropa, tu aroma,
tu risa, tu encanto,
tus manos...
Todo te lo has llevado,
solo olvidaste mi amor.