\"Si, se llama cobardía a cuando me voy y sin embargo, me parto los huesos por quedarme. A cuando me voy y soy incapaz de mirarte. Es entonces cuando me doy cuenta de que así nunca sabré si me miras cuando me doy la vuelta, en el segundo previo en el que doblo a la derecha y desaparezco de tu vista.
Ahí es cuando me recorre un frío, el del miedo a no volver a tu vida, a desaparecer para siempre. A que tú también desaparezcas de la mía.
Me aterra cuando doblo a la derecha. Nunca debería de doblar a la derecha. Nunca más deberías permitírmelo.”
Eva.