Despertó en un bostezo la luna
bajo el manto de la noche,
sus pupilas iluminaron
los deseos púrpuras
del hombre enamorado.
La mujer pasó, vehemente,
de la timidez su barrera,
y posó sus labios
por donde quiera.
El hombre embelesado
y ciego,
se aferró al sismo
de sus caderas,
y en el vaivén
de esa loca pasión;
se bebió el rocío
de la rosa florecida.
La mujer permitió
al hombre saciarse
del vergel de su belleza,
y así embriagarse… los dos,
del fruto prohibido.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y Poeta - Argentina
Derechos de Autor©
THE FORBIDDEN FRUIT
The moon awoke in a yawn
under the cloak of night,
his pupils illuminated
the purple desires
of the man in love.
The woman passed, vehemently,
of shyness its barrier,
and he put his lips
everywhere.
The enraptured man
and blind,
he clung to the earthquake
of your hips,
and in the swing
of that crazy passion;
he drank the dew
of the flowered rose.
The woman allowed
man satisfy himself
of the beauty of her beauty,
and so get drunk ... both,
of the forbidden fruit.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Writer and Poet - Argentina
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