Diego Nicolás García Contreras

ala amiga

vi a mis amigos alejarse
como las olas

uno a uno
sus recuerdos permanecen intactos 
por haber tocado mi corazón

y eso volvía día tras día
como el mar
impregnándome de pureza insondable.

y yo el espectador
no podía aportarle nada al mar
¿será que este se conmueve con mis suspiros?

me conformo con saber que las gaviotas aprecian mi armonía
y mis amigos mi desordenado temperamento.