Trinar del Amanecer
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Son las aves,
que trina desde lo más profundo de su ser,
como en la tempestad se esconde su trinar,
son las aves,
que cantan desde su tenaz garganta,
que sacuden su presencia,
¡en el cielo, amor!,
como aquella vez,
en que se dispersa,
el encanto en el versar,
desde que trina las aves,
son las aves,
que apuntan un territorio,
como lo más notorio,
del tiempo o del ocaso,
cuando son las aves,
las que trina desde su ausencia,
cuando el llanto es del ciego,
pero, escucha su dulce canto,
cuando trina las aves,
¡en el cielo, amor!,
desde que son cómplices los amores,
que son ilusiones devastadas,
cuando no se escucha en el tiempo,
dentro del paraíso,
como lo que se perfila,
al desastre del sonido,
en el oído,
porque es del cielo, amor,
¡en el cielo, amor!,
está lo correcto,
de amar lo que en trinar,
se percibe aquí,
cuando la mentira,
se hace como nace el trinar de las aves,
el trinar en el amanecer,
cuando ocurre en el ser,
un nefasto desenlace,
que ata lo que no desata,
un trinar en el oído,
¡en el cielo, amor…!
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