Buen Fin
Por supuesto que no hay buen fin,
Todo fin aunque nos pongamos una coraza, duele; al menos la mayoría de las veces, aunque quizá sean necesarios para dar sanidad al alma.
Así como los \"adioses\" inesperados,
Las llamadas repentinas hacia el viaje eterno,
Los abandonos, las huidas, los reencuentros fallidos,
Las promesas no cumplidas que llevan a fatalidades inevitables.
En lugar de pedirle que te adorne el cuello de perlas cultivadas, espera de el que te llene de alegrías la vida, que por si mismo haga brotar flores blancas de tus manos, en lugar de un camino de azahares que desde el primer momento eliminan su simbolismo, que su amor te sacuda a otras dimensiones, que en lugar de un hotel de cinco estrellas, te haga viajar a uno de mil estrellas, que no te lleve a escuchar su musica favorita, sino que te haga musica, que no se jacten de títulos impuestos por la sociedad, que dicho titulo lo lleven en el alma, en las entrañas, algo así como un pacto de sangre, que no seas una mas de su enorme lista de amoríos con caducidad.