Cualquier ingenuidad
Termina siendo
Pura vanidad
Mi corazón se enrojece
Cada vez que veo
Sus pasos andar .
La divina estrella que encuentro
En el cielo llama por mi nombre
Cada vez que la veo.
Fortuna finita, destrozos perpetuos
Habitas en lo que en algún momento
Fue llamado: “Mi corazón de hierro”.