Nuestras miradas danzaban a la vista de nuestros pensamientos
Te abrazaba sin tocarte, solamente escuchando el silencio
Inefable vacío en el que me sentía lleno
Instante que parecía sempiterno en la aurora de la incertidumbre
Deseos de unidad que chocaban con mi temor
Sentía lo efímero como algo eterno
Disfrutaba de la belleza del momento,
la inocencia del tiempo,
la casualidad del encuentro,
y el por qué,
Porque solo somos miradas, porque solo somos recuerdos.