ADANS BECMAN

LA PUERTA DEL OLIVAR...

Ya corren por las murallas

como en orden de batalla

camino del lagar

es la aceituna temprana

que doblegada por las varas

el rocío enmascara

la puerta del olivar

lloran y sufren callados

los olivos enmarcados

la mies de oro no quieren soltar

y cantan los aceituneros

tendiendo los fardos al viento

tejiendo los pensamientos

la tarde calléndo esta

hay un murmullo de espuma

en la rueda del molino

que sin conciencia revienta

los frutos de la ciencia

que desde la torva camina

esa esencia divina

que endúlza el paladar

de los platos de las mesas

del que lo pueda comprar...

Ya la recolección ha empezado

días de lluvia y sol

de un campo enamorado

el trabajo del labrador

la aceituna corre y vuela

arrastrada por el tractor

obligada hasta el molino

donde rompe su corazón

allí donde la piedra

gira, cumpliendo su obligación

la prensa aprieta y salpíca

del oro la sana flor

liquido que corre y brilla

como los rayos del sol

que iluminan la buhardilla

con todo su candor

ahora el pobre busca y rebusca

lo que otro olvidó

poco pan y poco aceite

hay en el jarríllo

en la mirada el tenue brillo

y un vacío en el corazón

unos tanto y otros tan poco

la tierra suspirando está

en la ladera de la sierra

brilla el oscuro olivar

y cantan los aceituneros

tendiendo los fardos al viento

tejiendo los pensamientos

la tarde calléndo está...

 

Ya se pasea la luna

se duerme en el sendero

regresa el arriero

con el serón y la burra

 

olivares de la tierra mía

verdes verdes olivares

que inspiran y suspiran

y hacen eco mis cantáres

 

llenando el paisaje

de olorosas melodías

que del fondo del alma salen

volando con alegría...