El tren de Auschwitz caminó sin corazón;
con hierro ahogado en sangre ardiente.
Su destino fue escribir la muerte del inocente,
sin palabras,ni latidos,ni honor,ni salvación.
El tren de Auschwitz caminó sin prohibición,
llevaba a la Muerte consigo indiferente,
cumpliendo su misión fielmente,
y la Muerte cantaba en un silencio sin parangón.
El tren de Auschwitz dejó tras de sí:fundición.
Cenizas en su destino volando violentamente,
y caer en el olvido por un odio de sinrazón.
El tren de Auschwitz caducó,afortunadamente,
pero su fantasma gris de violación,
jamás debe quedar enterrado ni en frío ni en caliente.
IN MEMORIAM A LOS FALLECIDOS
EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS