Te vi partir lentamente,
no lo podía aceptar,
ni mi cuerpo ni mi mente
me permitían pensar !
Era tan grande la pena
dentro de mi corazón,
pero tú... Una pequeña !
Y yo un hombre ya mayor !
Mi pecho se desangraba
por ese inmenso dolor.
Quería gritar... No te vayas !
Callé... y el micro partió !
Te seguí con la mirada
y mi alma fue con vos;
te busqué, mas ya no estabas...
Mi sonrisa se opacó !
Los cinco días siguientes
no sabía lo que hacer,
pues estabas tan presente
que creí enloquecer !
Me he peleado con el cielo,
con la luna y con el sol,
porque fueron todos ellos
los cómplices de este amor !
De este amor mío... en silencio,
que yo he sentido por vos,
sin ningún pronunciamiento,
por la edad entre los dos !
Te vi partir lentamente
desde allá... de Mar de Ajó,
una tarde de noviembre
frente al mar... en El Galeón !
Luis A. Prieto
19 de febrero de 2011