Pregúntale al viento
qué siento cuando
en radiante vuelo,
despliega sus alas
y acaricia mi piel.
Pide al mar que te diga,
si el agua de mis ojos
es fiel compañera
de la sal de su espuma,
cuando siento tu ausencia.
Pregúntale al fuego
-cual llama de cirio
en noches de desvelo-
si el poder de su flama
urge a mi fuego interno.
Pregunta a los suspiros
si alivian mi alma,
en cada recuerdo,
en magia de palabras,
que yo preguntaré
a mi corazón, cuántos
latidos me regala,
si amo como él te ama.