Sobre tu helada tumba
recuerdo cada cosa que soñabas:
Aquellas ilusiones que tenías
a pesar de haber sido cruelmente lastimada.
Tenías la esperanza de continuar
aunque el viento en contra
no te permitiera caminar,
Soñabas con reír, anhelabas cantar
aun cuando estabas adolorida
y reventando por llorar.
Soñabas con poder amar, confiar y volar
aunque las heridas de tus alas y corazón
no dejaban de sangrar.
Aun cuando las garras devoradoras
de quienes te lastimaron por vez primera
no lograbas olvidar.
Anhelabas con tu poca fuerza
que tus sueños se tornaran realidad;
Intentaste salir adelante
y dejar toda oscuridad atrás.
Viste una luz refulgente y cálida
y en ella te quisiste abrigar.
Por su resplandor incandescente
no te pudiste percatar
de que poco a poco fue consumiendo
tus anhelos, ilusiones y sueños
hasta que te logró matar.
y ahora aquí yaces alma
en una tumba helada y de olvido
sin nadie a quien le haya dolido
ni tantito tu muerte;
solo a la persona a la cual perteneciste,
ella es la única que continuamente te añora
desde el día que para siempre te marchaste;
pues la dejaste sola y con el recuerdo
de lo que un día con ella fuiste.