Cuando se me ocurra abordarte
no mires con esos ojos que tiñen
hazlo con esas ganas que enseñen
la perfecta ilusión de volarte
¡Enséñame!, todo tú equipaje
porque a usted quiero dar mi tiempo
confía, ámame, siente el viento
¡no te abandonaré en el viaje!
Si, si y mil veces si te llevaré
conmigo estarás y con vos iré
volvámonos locos por n-ésima vez
Dame de ti, de tu ímpetu, ¡querrás!
te daré de mí, y mis letras tendrás
seremos felices a la misma vez.