Sentir la lluvia que cae del cielo.
Desenredar el ovillo del miedo.
Dudar para estar en lo cierto.
No resignarse a vivir sediento.
Escuchar como respiran las entrañas.
Subir una y mil cimas.
Relacionarse sin artimañas.
Emocionarse con pequeñas cosas.
Respetar cada tela de araña.
Desechar el enfado en la tertulia.
No confundir una sardina con una piraña.
No perder el equilibrio en la tormenta,
ni levantar acta de la desgracia.
Desechar el rencor por caduco.
Llamar hermano al extraño.
Aliarse con quienes sigan soñando.
Poner el egoísmo a dieta.
Escribir \"Tqm\" en los huecos de la agenda.
Vivir sencillamente será la mejor fortuna.