Conversando con un viejo alerce
sobre las penas que nos aqueja,
se buscan las palabras vieja
mas un verso que no ejerce.
Es como un cariño que no se encuentra
en las aguas viajeras de un río,
es como el canto adolorido
en un corazón ahogado en una tormenta.
El campo se calla bajo las tinieblas de la noche
el tibio canto de los pájaros me adormecen,
mis frías manos a tu cuerpo enloquecen
es el grito del amor en la afuera de loncoché.
Como la flor que desnuda se muestra al sol
ínsitando que un rayo penetre en ella,
encerrando al amado como si fuera una botella
viviendo por siempre en un bendecido amor.