El viento sacude las aves
hay un tumulto de airones en la fuente
de la vida… Te veo la gruta expuesta
con sus duendes
de saliva y piedra blanda
como la piedra que quiero
para ahogarme con la mandíbula
abierta como una naranja
Hay caminantes inéditos
que marchan… La ciudad hecha de piel
y tengo sed de tus vestidos
de pezones y moluscos
y me ahogo
y me salvas arrojándome a tu istmo
y tengo el tamaño de un deseo
que se cumple en un cántaro
y mi boca mana esencias tuyas
y resucito
duendes piedras y vestidos
para ahogarme otra vez