Los veo y me embeleso en ellos
Cuando encuentro el amor en sus destellos
Por cada pestaña un aire al viento
Que me permita llegar a sotavento.
¿Quién? si no, tus ojos siempre cautivos
A los míos han tenido rendidos
Siempre a las plantas de tus pies
Como abejas en flores la miel.
Miel, que susurra tu nombre
En cada poro de tu hermosa piel
Tan suave y tierna como la luna
Por la noche, en penumbra.
Que apenas y se deja ver
Ahí por el amanecer
Ojos míos, yo te digo
Que siempre te querré.
Te quiero, te amare,
Solo no me dejes de ver
Sin ellos, alma mía
No sabría, qué hacer.