Añorando un recuerdo caminando en la soledad,
y busco entre mis manos, tu cuerpo del ayer,
de aquella tarde hermosa, llena de felicidad,
y hoy que me encuentro lejos, siento yo padecer.
Tus besos de aquella tarde, aguardan en mi mente,
y busco acariciarte de nuevo, una vez y otra más,
decirte – te amo mujer – te amo locamente,
contigo quiero ser feliz, todos los días.
Sé que el amor ajeno, es amor prohibido,
sé que tu ternura, no lo volveré a tener,
pero recuerdo de aquella tarde todo lo vivido,
y siento cada día, que tuyo es mi querer.
Aunque ahora tú, ya no estés conmigo,
siento llegar la tarde, con mucha paciencia,
pues busco ser siempre para ti un gran amigo,
porque no sé cómo arrancarte de mi existencia.
Pues iré día a día, buscando tu cariño,
añorando la tarde que ya no volverá,
que besé tus senos, cual lo hace un niño,
y aquella tarde aquella en mí no morirá.
Pero que hermoso es todo lo vivido,
y mucho más hermoso es pensar en ti,
sé que mi amor no será nunca permitido,
pero yo te digo, que difícil es, vivir sin ti.
12 julio 2018