Si las tormentas azotan sin parar, haré mis brazos como rocas
para que ninguna hebra de tu cabello se quiebre al viento,
eres de seda y tus mejillas el centro de cada mirada,
¿a donde iras que tus ojos me llevan?
has abierto mi abrigo sin gestos ni palabras
para atraparte bajo mi sombra en las tormentas.
Una vez perdí el horizonte, yacía teñido de grises y oscuros,
iris de luz cual mirada latente brillaste en firmamento
con solo mirarte a distancia tan solo al titilar mis ojos,
llueven truenos y vientos de furia
una sonrisa tuya basta para ignorar la tormenta.
Silente y perfumada hieres al tiempo en esta larga espera,
no sentiré el siglo extenso porque no existe en nuestra vida
somos eternos al amar, aunque en vida nos acaben los años,
dejad que mueran los años nada acabaría entre los dos.
Cuando las aves alzan al vuelo, sus alas avanzan sin parar,
vista fija centrada al horizonte de su destino,
cuando el amor nos lleva en sus alas
hacia lo mas elevado del firmamento,
nuestros sentimientos avanzan sin parar,
vista fija centrada al destino donde queremos llegar
¡Nuestro idilio nupcial!