I
Como se cultiva una flor
Aquella que con su color
Y su aroma exquisito
Rinde al Dios bendito
Honra, honor y pleitesía
Reconociendo que su supremacía
Es real, pura y verdadera
El pincel y la acuarela
Que dibujo en el cielo su arrebol
Cuando el hermoso sol
Con sus preciosos matices
Transformó todo lo inerte y lo triste
Y en un precioso amanecer
II
¡Dedícate hacer feliz¡
Porque tú eres dueño de tu felicidad
De la paz y la tranquilidad
Que alimenta todo tu ser
Tranquilidad que no la compra el dinero
Y solo te lo da el supremo
Cuando entregas en sus manos
La pesada y fuerte carga
Que te mantiene agobiada
Y tristemente esclavizada
En cultivar lo material
Aquello que no es esencial
Porque no cultiva el alma
III
¡Cuida tu felicidad¡
Como se cuida a un niño
Aliméntala con cariño
Con amor y mucho tino
Para cosechar lo divino
Que es contar con la alegría
De estar siempre protegida
Segura y bien cobijada
Bajo las alas del altísimo
Aquel que en su bondad
Te dio la potestad
De cambiar tus debilidades
En excelentes fortalezas
IV
Dios te Dios la virtud
De mantener la quietud
Durante las fuertes tormentas
De transformar tus tristezas
En continuas alegrías
Porque tus poderosas destrezas
De invencible guerrera
Te permitirán escalar un nuevo peldaño
Sin tomar en cuenta el engaño
Que el maligno colocara en tu camino
Para impedir que llegues a tu destino
Que te dará como galardón
La salvación y vida eterna
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
24/11/2.018.
07:25 A.M