En un bosque de un profundo verdor
sale el cuervo blanco de su nido
el con su inmenso color
anuncia el amar al son de su graznido.
Sin recibir respuesta alguna
busca quien lo pueda acompañar
para volar sobre una airosa laguna
y detenerse para ver la noche llegar.
Se le ve fuerte, triste y solitario
pero siente el rechazo y solo quiere reposar
sobre la luz de la luna su hogar sagrado
donde se refugia para poder olvidar.
Cuervo blanco de un hermoso plumaje
se emprende en un nuevo vuelo
aún sin ser escuchado su mensaje
dar amor es su gran anhelo.
Desafiando los obstáculos y al viento
el cuervo blanco no se detiene
se ve envuelto en un gran reto
y su paz interior lo hace más fuerte.
Emigró el cuervo blanco
hacia un nuevo horizonte
voló y voló y siguió tan lejano
que su silueta ya no se vio por el norte.
Quedó un vacío en su nido
a él no se le volvió a ver,
dejó el mensaje de amor con su graznido
el cuervo blanco cumplió con su deber.