A mi nieta Mili en la tarde...
en que empezó a quererme.
Tu mano leve tomó la mía
como nunca antes.
Hechizado mi ser se dejó llevar
hasta aquello que te deslumbraba.
Y ya en la tropilla, tu súplica implícita
me llevó a posarte en el lomo
de la Luna.
Y tú feliz y yo feliz contigo.
Las palabras orillan el silencio
y parecen agotarse en tu sonrisa
dejándome gozoso y callado
y recreándome...
en tu sonrisa de chocolate.
¡Una tarde feliz... feliz contigo!
De mi libro “De encuentros y desencuentros”. 2010 ISBN 978-987-9415-26-9