Llevo tu aroma en la sangre
lo siento correr sin cesar
irrigando tus enjambres
amelando mi pesar.
Triste cansancio del alma
fatigado en su devenir
que va fluyendo con calma
hastiado de no tener fin.
Carreteras y caminos
con senderos de amistad
entrelazados en sinos
que no cruzan el portal.
Quise pasar el testigo
me dijiste: ¿donde vas?
frustrado siempre contigo
sin adivinar tu pensar.
Caminos de olmos y chopos
bosques de olivos y encinas
paisajes que hoy están rotos
porque me faltas tú... amiga.
Lagos de besos perdidos
mar de miradas esquivas
océano en versos hundidos
ríos que nos meten prisas.
LLevo tu aroma metido
por debajo de mi piel
fragancia que he consumido
y que permanece aún fiel.
Llevo tu aroma conmigo
adonde quiera que voy
soñando siempre lo mismo
esperando donde estoy.