Están ardiendo mis ojos
por los celos y la envidia,
ya que al tenerte tan lejos
se me borra la sonrisa,
puede que sean las dudas
por saber donde caminas
o de entender que compartes
una parte de tu vida,
y lo haces, sin pensarlo,
de una manera instintiva,
logrando así, que el vacío,
te de siempre compañía,
pero me encuentro temblando
en la maraña bendita
de comprender los motivos
de tu anhelada partida...
Están ardiendo mis ojos
por el llanto y pesadillas
que va creando la mente
en mi cabeza maldita,
y se mojan las pestañas
con la lluvia que destilan
ese agua de unas nubes
que rebasan las pupilas
y es la pena y la nostalgia,
es el alma que así grita,
sin saber si estás despierta
o embriagada por la risa,
y si estás en otros brazos
recibiendo sus caricias,
mientras aquí, yo perezco,
entre las llamas y brisas...
\"...Están ardiendo mis ojos
al entender que la dicha,
está muy lejos, contigo,
y ya es, batalla perdida...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/18