Estoy solo, solo, solo, solo,
¡ay, me duele el alma!,
(que jamás parece estar en calma)
deseando que llegue el esperado protocolo
para...¡ay, me duele todo!
pronunciar palabras de hechura
y que no queden oscura
en mi habitación, sobre todo
(que es donde la mujer vestida)
que yo desnudo le mando un saludo,
me escuche en el silencio más testarudo
lo que tengo que decirle mi experiencia vivida.
La verdad debe ser totalmente desnuda,
y las palabras que yo diga
(con mi desnudo amiga)
le rebele mi dolor tanto tiempo muda.
Si llegara este gran momento,
quiero (mujer) estar contigo,
(desnudo) tú vestida como testigo
que mis palabras no se las lleve el viento.
NACHO REY