Por ti tuve que buscar una piedra en lo profundo del mar,
sentí que me ahogaba,
que me faltaba el respeto a mí misma,
me volví mi propia cárcel,
mi prisionera, mi propia oscuridad,
tuve tanto miedo de volver a entrelazar, pegar, tejer y coser
cada uno de mis sentimientos.
Poco a poco cuando logré agarrar esa piedra empecé
a dar manotazos de sofocada,
me sentí tan sola,
caminando debajo de mi propia tormenta.
Me sentí harapos, me pesaba la tristeza,
el alma me helaba por las palabras de tu corazón
que no expresaste.
Mis sentimientos volvieron a tomar forma,
y volví a ser yo,
mi vida de poco cambio,
tuvo aquello que jamás le perteneció,
que nadie le brindo, mi mejor amiga,
mi propia compañía en la oscuridad atravesando
las brasas candecentes de vidrios rotos,
por qué hay en el lugar donde me pare oí el sonido
de la afasia que me dejo escuchar mis propios pensamientos,
mi locura, mis temores, y pude enfrentarlos al
descubrir el poder de un abrazo.
EVA ESTELLA PAREJAS MANZANAL
SILVIA DEL VALLE SUAREZ