Nos conocimos
un otoño muy vacío.
Solo se veían cicatrices
y una profunda melancolía
Tú soledad junto a la mía
intentando seguir con vida
Hubo un fugaz momento de ternura
quitando fríos y neblinas
que enhebraron chispas de locura.
Pero...
De pronto y sin saber por qué
con inquietud sombría
se nubló la existencia mía
mil lágrimas de profunda amargura
derramé en la infinita llanura
Asustada, atrapada del otro lado del espejo
observé mi triste reflejo...
Era la vida que gritaba conmovida
llevándose los sueños
que creó la fantasía.
Volvía a estar sola y vacía.