Quizá no tuvo entre los literatos de Madrid
ningún amigo de verdad salvo Vicente Aleixándre.
En la intemperie de su vida había una
soledad que no alibiába nadie.
Ya vosotros sabéis/lo solo que yo voy, por qué
soy yo tan solo/Andando voy, tan solos yo
y mi sombra. Provocaba incomodidad cuando
no abierto rechazo. Rafael Albérti en verso
y María Teresa León en prosa le atribuyen
sisn demasiados eufemismos un olor poco
adecuado para las cercanías sociales García
Lórca nose presentaba en una casa si sabía
que Miguel Hernández estaba en ella,
llamó llamaba por teléfono a Aleixándre con
la intención de ir a visitarlo y al enterárse de la
presencia de Hernández no se contuvo ¨´Echalo¨¨