Fue en vano tu amor y falsos tus besos,
palabras que vuelan junto con el viento
y que me desmienten aquellos momentos,
en que me decías mía y mío tu amor.
Engaños que vienen, mentiras que van
dejándome sola como en alta mar
las olas viajeras que vienen y van
y engañan las almas que saben amar.
Me dejaste sola dentro de un laberinto,
que no tiene salida pero escucho gritos.
Has sido un viajero que el aire me trajo,
venciendo la nubes, el mar y el tiempo,
tocando la puerta que no quise abrir
cuando siete toques sentía mi cuerpo
y abrí las ventanas y te vi de frente,
con tierna mirada y un corazón fuerte,
te pasé entonces hacia mi ventana
y entraste conmigo y penetraste el alma
en una mañana cuando abría el alba.
Pero pasó el tiempo y vino la brisa,
y reclamó entonces cual un huracán,
el cerrar la puerta de aquellos momentos
que sin yo esperarlo se los llevó el viento.
Cruzando las fuentes, volando en los mares
se oyeron los ecos de aquel corazón,
que con alegría mi fuente tocó,
y pidió que abriera mi fiel corazón
aferrado hoy a este gran dolor,
sabiendo que ahora se esfumó el amor.