ROMANCE DE LA ZAGALA
Zagala de cabello blondo
vestido de encaje engalana
¿Quién osa entrar a su paisaje?
¿Quien observa por sus ventanas?
Mirada prendida en el huso
de bordados, una puntada
cae silencioso crepúsculo
y se descorren las persianas
Sueños de virginal muchacha
desfilan ante sus pestañas
y brillantes iris dibujan
al príncipe de su almohada
Por el sendero de las cintas
viene al trote desde montañas
¡Ya cumplió los dieciocho soles!
¡Dieciocho, claras alboradas!
Y un anillito entre sus dedos
un matrimonio le reclama
Capullos de las rosas se abren
trepan jazmines por sus albas
y el clarín del paisaje entona
diez ruiseñores en sus ramas
Y la fragancia de azahares
reverencia la toga blanca
¡Ah zagala de fina aguja!
Deja el bordado en la ventana
Eran dieciocho castos soles
con esas dieciocho alboradas
pero el tiempo con sus matices
no le dió el sueño de almohada
¡Ni era príncipe de castillos!
¡Ni venía de las montañas!
Era mozo con sus crisoles
con egoísmo en su bufanda
y en extensión de girasoles
amante en otras madrugadas
¡Lloran las neblinas oscuras!
¡Lloran estrellas plateadas!
Y una noche, de luna blanca
noche aquella, que nunca se habla
esperó mañana durmiente
y ahí entre las silentes sábanas
fragua aceros de venganza
¡¿Quién osó entrar a su paisaje?!
¡¿Quien observó por su ventana?!
Vista perdida en extravío
¡Tejió zagala hilos de saña!
¡Y hundió en encajes sus agujas!!
Con tristeza, amargura y rabia
blandiendo hilar como nunca en..
¡La rueca con sangre bordada!
Beatriz Vicentelo 12.9.16
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