Vida en curso hacia la luz. II
Siempre señala su curso,
la luz te atrae
y te marca caminos
para que flotes sin tu cuerpo
cumpliendo ordenamiento
de romper con lo caduco.
Encuentras nuevos mundos
con tu alma que es inmortal
y adquieres sentido exacto
con la luz sacramental.
La luz se extiende, aplomo,
da seguridad con esplendor y sosiego
y recoge todo lo bueno
en la diversidad de nuestra vida.
El gozo apacigua los sinsabores
resurgen los amores perfectos
con una luz que se ve todo
observando lo imperfectos que hemos sido.
Toda la luz nos atrae
con su fuerza en tropel
y da motivos al azar
para ver las obras en la tierra
donde hasta lo más nimio
tiene su importancia.
Ves los rompimientos
para que los feroces destinos
se maceren en paz
traducidos en triunfos
los fracasos más íntimos.
Y todo es positivo
porque la luz en pura atracción,
nos purifica el pensamiento
para llevarnos a salvamento.
Y dentro de la luz
hay hechos diferenciales,
que en ella,
todo se ofrece en paz y amor.
Simón Abadía