Mi Fin.
La muerte acecha,
mi fin se acerca,
los pendones de guirnaldas
ya cuelgan sobre mi puerta
el llanto se escucha,
los gemidos no paran,
sus lamentos taladrán
mis oidos y mi alma,
no puedo ayudarlos,
no puedo protegerlos,
en medio de mis ansias
surge una repentina calma
mi boca les da las ¡Gracias¡
por todo el amor que me dieron,
Perdón les pido por lo que por mi padecieron.
Rosaura Geronimo Santiago.