Humo y té.

Sumergido

Siento el abrazo de la calidez, viene a mí el placer, el goce, el bienestar, la calma, quisiera hundirme en él y no salir jamás
Quisiera detener el tiempo, pero a la vez quisiera apresurarlo: otra parte de mí se encuentra afligida, inestable, sumergida en la frialdad, impidiendo el disfrute de la serenidad que hay en mí. Al percibirle viene a mí el deseo de ponerle fin a esa sensación, nada quisiera más que salir de ella y sumergirme en la calidez.
Esta dualidad la conozco, esta dualidad es donde me encuentro sumergido todo el tiempo, cada segundo de mi vida, empapado hasta el alma. Y siento en mí la necesidad de salir de la tormenta, de la incertidumbre, y hundirme por completo en el balde de la tranquilidad.