Desde pequeño, mi gran ilusión.
Ser un intérprete.
Uno de la palabra, del sentir,
mi piel en personajes.
Mi ansia de un escenario.
Representar.
Vivir en escena personajes
de la vida real.
Siempre comento que me complacería
que mis últimos instantes de vida,
fuese en un escenario.
Pero la vida, da sus giros...
como los de un carrusel.
Algo he realizado teatralmente.
Ustedes mis amigas, amigos,
saben qué ha sido.
Pero por distintas circunstancias
de la vida... uno propone,
y el destino dispone.
Por más que se intente,
a veces, no se puede
ir en contra de él.
Aunque el destino
de uno sea luchar... hasta lograr la meta deseada.
Me he dejado estar.
Tengo mi personalidad.
Mi forma de ser, y aceptar.
Y existen reglas, de las cuales
no he aceptado, en mi juventud.
Y menos ahora,
ya siendo un anciano.
Tengo un escenario propio,
con un muy reducido grupo
de público.
Me conformo con él.
Me he resignado a aceptar
la realidad, la que fuere.
Ya, pienso, que mi final...
ha de llegar en su momento.
Nadie puede prever, referente a él...
Pero interiormente pienso
que todo esto que últimamente
me sucede artísticamente
es en mi vida
un fracaso total.
COMANDANTE DEL ESCENARIO
01/12/2018