miguelpuig

extrañeza

No concibo la extrañeza de no escribir.

Como una cortina de humo que intentas atrapar, aparentemente visible al engaño-ilusión de tu mirar.

Escurridiza entre tus dedos, torpes como palos de ciego.

Como la rama que, pareciera, que se desprende del tronco; en verdad se agradecen lo mútuamente compartido y ls semilla germinada, fruto de su estrecha relación.

Así, agradezco ese momento que nació, perdiendo densidad, hasta ser uno con du propia desaparición.

Cómo sentir ausencia cuando, en realidad, vamos jugando por siempre con la venda hipnótica que oculta nuestro ser iluminado.