Juan Benito Rodríguez Manzanares

A nadie deseo mal

(Cuartetas octosílabas)

 

 

 

A nadie deseo mal.

Bueno, quizás un poquito

a quien me clavó el puñal,

y aun escuchando mi grito,

 

mi espalda siguió hiriendo,

viendo mi sangre caer,

y aunque estuviera muriendo,

nunca lo ha querido ver.

 

A nadie deseo mal.

Aun así quiero decir

al “trepa” vocacional,

que tanto supo mentir

 

e insultarme en mi trabajo

con muy malas intenciones,

¡ojalá y corten de cuajo!

sus muy rastreros cojones.

 

A nadie deseo mal.

Pero casi se me olvida,

citar al bruto animal

que dejó mi cara herida

 

tras unas grandes palizas

delante de nuestro hijo.

Espero que le hagan trizas

y nunca encuentre cobijo.

 

A nadie deseo mal.

Pero no quiero esconder,

mi rechazo más brutal

a quien daño puede hacer

 

con la más abyecta saña

y una sonrisa en la boca.

El corazón de alimaña

y el alma como una roca.