A Carlos Javier, asesinado la madrugada del 3 de noviembre del presente año. Sus asesinos aún siguen libres.
Para tí, este sentido homenaje.
POEMA AL DOLOR
Mi alma, ilusión abatida por los odios,
perdióse, callada, ha muerto por tus golpes,
se ha posado sobre el pavimento y tu crueldad,
entre la noche, en un solitario adagio,
en una cruz de madera, blanca,
en el barrio de los mil silencios
¡mudo testigo de mi sangre derramada!
Mil voces retumban a la indolencia; su clamor me hiere.
Mil llantos han mojado ya, a mis pasos
fríos, a mi voz, al quebranto y su suplicio.
¡Ay! Mi voz desde el infinito es agonía, pueblo,
¡escucha mi rebeldía esperanzadora!
No seas noche que se volvió silencio, en aquella hora:
Silencio la garganta de mi amigo;
silencio el de él, al que tendí mi diestra;
silencio los silencios… ¡Oh! ¿ Cómo sentir hoy tu amor
tu beso que me asista antes
del fin de la separación de mi alma…?
He partido ¡dolor! con la sombra en mi rostro,
con mi piel desgarrada sin piedad,
con la pedrada de tu emboscada,
con tu puño maldecido ¡siniestro!
...siniestro aquel,
el que mató mis sueños en la noche.
Mas, has de cargar, tú, eterna cruz, ¡y será tu cruz
eterna sombra!, mal que te ocultas
en la perfidia de tu odio, en tu lúgubre acechanza,
en la traición del que me vio caer
quebrado,
en la calle de mi barrio viejo…
volveré ¡infame! con la voz de mi prole, y de mi pueblo,
con el llanto de mi madre y su grito justiciero
¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA!
…descansaré en paz, al fin, en mi paraíso sin dolor,
lejos del golpe de mortal pedrada
¡engendro fratricida, tras de ti, mi sangre derramada!
07: 00 p.m.
16-11-2018
Autor: Santos Castro Checa
Rudavall ¡luz y sombra!
Mallares-Peru
DERECHOS RESERVADOS