Saúl

Lo Vivido es Deuda

Mi soledad

adornada con tu rostro en todas partes

como grandes piezas de arte.

Así recuerdo que no tengo un lugar donde volver

Pero sí un lugar para buscarte.

Y en cierta forma sé:

que pensarás en mí, cada vez que escuches un poema

cuando te echen en cara tanta gelidés.

Vendrán otras historias y otras penas

y cosecharán las sonrisas que sembré

entre ese mayo y junio que no olvido.

Es esta puta soledad que no me deja morir, por no poder vivir contigo.