Como la oruga verde sueña el vuelo
de futuras y bellas mariposas,
yo soñaré la gracia de celosas
torres de luz para mi llano cielo.
La gravedad que me ha pegado al suelo
será como el recuerdo de una rosa
que formó con su vida perezosa
flor ingrávida: tal será mi duelo.
Si de plumas y cuerdas se compone
el canto, yo estaré junto a la lira
del pájaro poeta siempre atento.
Y en el instante que mi voz embone
con mi esfuerzo, veré volar mis rimas,
cuál globos que se fugan con el viento.