Es tiempo ya de dejar de buscar placer en tu recuerdo.
Es hora de zarpar,
buscar desventura en otro puerto.
He muerto, aún más de lo que he vivido.
Secando el odio con la lluvia
y el amor con el llanto fingido.
No esperes nada de mí,
solo sé escapar,
despintar un corazón que nunca supo ser feliz.
Solo sé morir y amar,
refugiarme en la raíz,
en los recuerdos inventados
y en los momentos dorados
en mi cuartel de invierno
donde no hay suerte en los dados.