Uno, dos, tres, y vuelta a empezar,
son como todas esas piedras que hay que cribar
para hallar una sola pepita en el río.
De la mayor parte no conservo ni un recuerdo.
He visto morir a tantos como estrellas en el cielo.
Algunos cumplieron sus sueños, otros no.
Y las mismas estrellas aún brillan sobre ellos.
De la mayor parte no conservo ni un recuerdo.
Los hombres mueren.
Las estrellas, morirán.
En mi pecho un latido se apaga a cada segundo.
¿Qué es el tiempo sino la única verdad?
¿Ha visto alguien los segundos que la humanidad malgastó?
Mi corazón los busca,
mi cuerpo los busca,
y mi mente se lamenta por lo que perdió.
Tan sólo quisiera seguir respirando.