Era un alma cualquiera
de entre tanta adormecida
y tranquilas conformadas
bajo el verano implacable
de las grandes alamedas.
Mas alguno traía agua
y entregaba apasionado
por caudales senoidales.
Mas algunos no bebían
esos no toleran el agua.
Mas algunos solo tragan
esos son del cuerpo y no la mente.
Mas algunos muy sedientos
esos, esos son saciados.
Agua dulce verdadera
para un sol tan implacable.
Agua dulce de nuevas generaciones
que se contamina solo para ser más pura.