Me gusta recitarla,
desnudarla en versos
y rimar con ella
todos los atardeceres en el mar...
La repito una y otra vez
hasta tratar de entenderla,
de explicarla,
agregándole siempre una palabra más,
una palabra que la adorne,
que le de sentido.
Le voy abriendo caminos..
o tal vez ella a mi...
A veces la aprisiono en mi mente,
no la dejo salir,
y desaparece.
Muchas veces vuelve cuando duermo,
pero vuelve diferente,
ya no es ella, vuelve mejor,
vuelve con menos ropa,
clara y nítida.
Incluso a veces,
vuelve con nuevas heridas en el corazón,
heridas que arden,
vuelve con lágrimas
y la cabeza agachada..
Y es entonces cuando escribo...
Así es la poesía.