Emiliano Veinte

Ven

Ven, aunque sea con tu ausencia, pero ven.

Ven y llena con tus carcajadas mis vacíos.

Ven con la luz de la luna y con el rocío que llega a mi mente al chocar en la roca el mar.

Ven siéntate un minuto en ese sofá y déjame desnudar el recuerdo de tu cuerpo para amarte lentamente.

Ven disfrutemos de besos imaginarios en la realidad de nuestras bocas y de tiernas caricias dibujadas en la sensual geografía de tu cuerpo.

Ven déjame derretirme sobre tu piel con la llama de tu pasión.

Ven disfrutemos de un café moreno, de tu mirada furtiva en el infinito de minutos que ya no existen pero que viven en nosotros.

Ven y muere sobre mi en medio de caricias y besos infinitos, del temblor de nuestros cuerpos perdidos en el espacio, sedientos de placer.

Ven ese minuto que anhelamos y hagámos que dure una efímera eternidad.

Ven impregnémonos de ese loco amor, nuestros labios fundidos con el fuego delirante de nuestro frenesí y los corazones latiendo a mil de amor.

Ven un minuto eterno y ten algo conmigo.

Ven, aquí te estaré esperando para estremecer tu vida, vivirte y llegar juntos a esa locura que nos hace sentirnos vivos.

Ven, aquí estaré esperándote para amarnos como nunca nadie ha amado. 

Ven, aunque sea a mis sueños, pero ven.