Cerca de aquella ventana que mira a la calle atraviesan los ruidos de ciudad; estamos soñando.
Me besas, te recorro la piel con los dedos.
Yo me dejo fluir.
Me estrechas con tus brazos, me acaricias con tus manos, yo me dejo de ti.
Te transformas en viento que sopla , que acaricia mi alma.
Te metes en mis entrañas para poseerme y me estiras la piel.
Yo me dejo venir con tu aroma, yo respiro de ti.
Tú te viertes en mi cuerpo; mi alma. La brisa es helada y me abrazas con calma.
Te miras en mi.
Yo me acerco, te busco en el beso, me ahogas diciendo un lento te quiero y te ríes de mi.
Inhalas mi amor, exhalas tu adiós y te largas diciendo un triste lo siento y me dices mi amor.
Yo te grito te quiero, tú respondes te creo; nos decimos perdón.
Me abrazas diciendo: estoy lleno de miedo.
Pero miedo sentimos los dos.
Te respondo, que hoy que es invierno la brisa es helada y las noches más largas pero por lo menos nos tenemos, mi amor.