De nuevo vuelve la noche
y se asoman las estrellas
en el cielo que florece
con lucecitas pequeñas,
diminutas, solitarias
que parece que se acercan,
y otras veces, nuestros ojos,
observan como se alejan,
una amalgama de luces
y de sombras encubiertas,
una adagio sostenido
que da el cielo con su orquesta,
y el director, sin batuta,
es un ángel de novela,
ese juglar encantado
dando vida a tantas letras...
De nuevo busco en la tarde
a la noche tan diversa,
con sus manteles de plata
y los turbantes de seda,
en ellos cubre su cara
nuestra lunita lunera,
para guiar desde el cielo
a las humildes traineras,
éstas que van en las almas
tienen deshechas las velas,
y hasta precisan cuidados
y carantoñas diversas,
pero la noche que busco
llega y me abraza con fuerza,
para dejarme un susurro,
cual colofón de respuesta...
\"...No tengas miedo a la noche
ni a las sombras traicioneras,
porque si buscas la vida
la tienes ya, en tu poema...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
17/11/18