Sus miradas esquivas
No se miran
Tienen miedo
De intuir sus almas
Reflejadas en sus ojos
Por eso las dirigen hacia abajo
Para no ver nada
Tan solo sus pies
Y sus propios ombligos
Como centro del mundo se creen.
Individuos que mutan en soledad
Sus miradas no cruzan
Ni sus dedos se rozan
Evitando caricias
Para no sentir el calor del otro
Y darse cuenta de su propia frialdad
Cuerpos congelados
Más frágiles que el cristal
Temerosos del cariño
Que desconocen
Y del que una vez oyeron hablar...
Porque es mejor vivir así
Ignorando la propia vulnerabilidad
Por cobardía ya no quieren sentir
Un beso, una caricia
Un deseo,un amor
Mirando para su propio ombligo
Se sienten mejor
No miran de frente
Sienten miedo
De su propio temor...