Dejaré que las nubes toquen mi rostro
y que las aves me enseñen a volar,
que el sol abrace mi cuerpo
y en su tiviesa comience a soñar.
Dejaré que la lluvia bañe mi cuerpo
que el aire fuerte me pueda levantar,
hasta tocar las estrellas
y alli poderte encontrar.
Dejaré que la noche me de una sorpresa
y en una cama tibia descansar,
sumergiéndome en el sueño mas profundo
y nuestros espíritus se puedan encontrar.
Dejaré en el alma mis secretos
pues solo ellos lo sabrán,
reguardándolos dentro y en silencio
donde nadie me los pueda encontrar.
®Autor. Betty Coronado